viernes, 26 de noviembre de 2010

Patatas (papas) a la importancia




•Autor: Koldo Royo


Ingredientes:


1 kg de patatas (papas)
1 cebolla grande
3 dientes de ajo
2 huevos
2 l de caldo de ave
½ kg de harina
sal
aceite
azafrán


PREPARACION::




Pelar y cortar muy finamente la cebolla y el ajo y rehogarlos con un poco de aceite. Cuando tomen color, añadir dos cucharadas de harina y dejar que se tueste; añadir el caldo poco a poco y dejar que dé un hervor.


Aparte, pelar y cortar las patatas en rodajas gruesas, sazonarlas y pasarlas por harina y huevo. Freírlas en aceite de oliva no muy caliente, dejándolas un poco crudas, sacarlas del aceite y escurrirlas ligeramente sobre papel.


Echar las patatas en el caldo y añadir el azafrán levemente tostado, terminar la cocción.


Si se quiere que la salsa sea más espesa, sacar las patatas y dejar hervir el caldo.


Sevirlas con abundante salsa.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Recetas de pavo para la noche de Thanksgiving day(Dia de accion de gracias)

•Nº de Personas: 4
•Autor: Koldo Royo


Ingredientes:

600 g de pechugas de pavo
2 patatas
1 cebolla
1 diente de ajo
1/2 dl de vino blanco
200 g de espinacas
50 g de pasas de corinto
50 g de piñones
2 cucharas soperas de vinagre balsámico
Aceite de oliva
Sal
Pimienta



Preparación:

Para hacer las patatas, pelarlas, cortarlas en rodajas finas y colocarlas en una fuente de horno. Pelar y cortar la cebolla en juliana fina, picar el ajo finamente y mezclarlo todo con las patatas, un poco de aceite y el vino. Meterlo en el horno a 180ºC y dejarlo hasta que las patatas estén tiernas.


En una sartén con aceite poner la mitad de los piñones, cuando tomen color añadir la mitad de las pasas y las espinacas. Retirarlas, escurrirlas y reservarlas.


Hacer filetes finos con la pechuga de pavo y salpimentarlos. Extender la carne sobre papel film y colocar sobre ella el salteado de espinacas con pasas y piñones. Enrollar los filetes y cerrarlos con el film de manera que quede hermético.


Poner la carne en un recipiente con agua caliente y cocerla durante 10 minutos. Cortar la carne en rodajas y quitar el papel film.


Para hacer la salsa, dorar en una sartén el resto de pasas y piñones, retirarlo del fuego y echar un chorrito de vinagre balsámico y el perejil picado.

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Cómo freir los huevos ?




Hay cosas que cuesta mucho cambiar, entre otras cosas porque tampoco ve uno la menor necesidad de cambiarlas; una de esas cosas, en el apartado de lo comestible, de lo placentero, son, qué duda cabe, los huevos fritos, tan sencillos ellos, aunque sólo sea en teoría, y que gustan a todo el mundo.
Y le sientan bien, en general, que ya sabemos que aquella leyenda negra del exceso de colesterol era eso: leyenda. Nunca entendí cómo era posible que textos médicos de países anglosajones, donde desayunan huevos con regularidad, se nos dijese a los latinos que teníamos que restringir el consumo de huevos a tres unidades por semana, como mucho: eso suena como lo del fraile que decía “haced lo que yo digo, no lo que yo hago”…

Bueno: huevos fritos. Pero, para empezar, que sean eso: fritos. Y freír, dice el Diccionario, consiste en “hacer que un alimento crudo esté en disposición de poderse comer, teniéndolo el tiempo necesario en aceite o grasa hirviendo”. Ay, qué mal come el Diccionario y quienes lo hacen… Dejemos a un lado lo de “estar en disposición de poderse comer”, porque hay montones de alimentos crudos que, tal cual, se pueden comer; parece que los inmortales del castellano sólo comen cosas fritas.

Aceite o grasa hirviendo… Bueno, desde este lado del charco, desde un país olivarero como España, qué les vamos a decir: aceite. Y, acá, decir aceite es decir “de oliva” y, a poder ser, “virgen”, al menos el aceite, porque la vida sexual de las aceitunas nos trae al fresco; yo siempre escribo “aceite virgen de oliva”, no “aceite de oliva virgen”.

Por supuesto, pueden ustedes freír huevos en otros aceites: soya, girasol, maíz… pero usen aceite, no grasas animales.

Por supuesto, unos huevos fritos “comme il faut” no son los típicos de la barra de un bar, de la mesa de una cafetería. Ésos son huevos hechos a la plancha, en mantequilla, muy bonitos ellos, no pocas veces de forma cuadrada, por el molde en el que se cascan… No: ésos no son huevos fritos.

Los huevos fritos, usted mismo. Anímese: no es tan fácil como se da a entender, pero tampoco requiere un “master” en cocina adriática ni un doctorado en frituras. Usted saque de la heladera los huevos que vaya a usar, y páseles un agua.

Elija sartén, mejor honda y de poco diámetro. Llévela al fuego, o a su equivalente en su placa, y póngale el aceite elegido. Sin miedo, sin tacañería: sea generoso. Cuando el aceite esté bien caliente, dispóngase a proceder.

Casque un huevo contra el borde de un plato, nunca contra el de la sartén. Deje caer en el aceite desde lo más cerca que pueda el conjunto clara-yema. No haga nada más: sólo mire y espere. Hay gente que rocía con aceite la yema: si la quiere prácticamente líquida, para mojar, ni se le ocurra hacerlo.

Espere a que en los bordes de la clara vayan apreciando -por debajo- un tono ligeramente tostado, mientras que esos mismos bordes se forma lo que llamamos “puntilla”. En ese momento, requiera una espumadera, y retire con ella el huevo, dejando escurrir el aceite. Luego, otro huevo. Mejor uno cada vez, aunque la tentación de hacerlos por pares es casi invencible.

Y ahí tiene usted un huevo frito como es debido, no a la inglesa ni a la yanqui. A partir de ahí… arroz blanco, tomate, papas fritas, chorizo, panceta… lo que a usted más le apetezca en cada momento.

Imprescindible, eso sí, un buen pan. Para mojar. Porque, amigos míos, no hay salsa en el mundo como la yema de huevo… y no la inventó ningún cocinero mediático, no: ya la hacen ellas solas, las gallinas, cosa que debería hacer pensar a esos “genios” de los fogones que, a veces, viene bien un poco de humildad. (EFE)



Fuente: El comercio

jueves, 18 de noviembre de 2010

Pizza de mozzarella y albahaca



•Nº de Personas: 4
•Autor: Jamie Oliver
Ingredientes:

La masa:
1 kg de harina
1 c/s rasa de sal
2 sobres de levadura de 7 g
1 c/s de azúcar moreno

Salsa de tomate:
aceite de oliva
1 diente de ajo pelado y cortado en rodajas finas
12 hojas de albahaca fresca
1 lata de 400 g de tomate pera de calidad
sal marina y pimienta negra

Horneado:
2 bolas de 250 g de mozzarella
orégano

Preparación:

La masa:
Hacer un volcán con la harina y la sal sobre una superficie limpia y formar un cráter de 18 cm. Echar la levadura y el azúcar en 650 g de agua tibia y mezclar con un tenedor. Dejar reposar unos minutos y echar la mezcla en el cráter. Con el tenedor, ir incorporando la harina de la parte interior del cráter con un movimiento circular, hasta que se integre toda. Cuando la masa adquiera consistencia, enharinarse las manos y empezar a formar una bola con ella. Trabajar la masa adelante y atrás, usando la mano izquierda para estirarla hacia uno y la derecha para estirarla hacia delante al mismo tiempo. Repetir este proceso 10 min, hasta lograr una masa elástica. Enharinar la masa por encima, cubrirla con film y dejarla reposar 15 min. Pasar el rodillo sobre la masa para que quede una base de pizza fina. Reservar.

Salsa de tomate:
Calentar una sartén con un chorro de aceite y sofreír el ajo en rodajas. Cuando esté dorado, añadir la mitad de la albahaca y los tomates. Salpimentar. Sofreír todo unos 20 min, hasta obtener una salsa suave. Reservar.

Horneado:


Precalentar el horno a 230º. Colocar la base de pizza en una bandeja. Cubrirla con una cucharada de salsa de tomate, echar la mozzarella en trozos y una hoja o dos de albahaca y orégano. Rociarla con aceite y hornearla hasta que el queso haga burbujas y la masa quede tostada.



Via_ Hola.com

lunes, 15 de noviembre de 2010

Caldereta de cordero


  • PARA 4 PERSONAS
  • 2 paletillas de cordero
  • 1 cabeza de ajos
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 vaso de vino blanco seco
  • 1 cucharada rasa de pimentón dulce
  • 1 lata de guisantes al natural
  • 4 alcachofas naturales
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
Preparación
1. Parte las dos paletillas en trozos. Vierte dos cucharadas de aceite en una cazuela y calienta a fuego suave. Agrega la cebolla picada, la cabeza de ajos y sal. Remueve y mantén la cocción hasta que la cebolla esté blanda.


2. Limpia las alcachofas, córtalas por la mitad y cuécelas en agua con sal. Apaga el fuego y reserva. Cuando la cebolla esté transparente, sazona los trozos de cordero y ponlos en la cazuela. Rehógalos a fuego suave-medio para que vayan soltando la grasa lentamente y se vayan dorando igualmente por todas partes.


3. Cuando la carne esté ligeramente dorada, espolvoréala con el pimentón, vierte el vino blanco y cubre con agua. Rectifica el punto de sal. Tapa la cazuela y cuece hasta que el cordero esté tierno. Saca la cabeza de ajos, aplástala con la maza y échala de nuevo a la cazuela.


4. Escurre las alcachofas del caldo de cocción y distribúyelas por encima del cordero. Echa también los guisantes sin el caldo y mueve la cazuela dos o tres veces. Mantén la cocción durante unos 10 minutos más, para que la salsa se trabe bien. Apaga el fuego y sirve.

( Autor: A. Robledo)

Fuente: Hoy mujer.com

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