Verduras y hortalizas deben estar presentes diariamente en nuestra dieta. Sus múltiples propiedades hacen que su consumo, junto a las frutas, sea lo más indicado para nuestra salud. Algunas verduras, además, nos ayudan a ponerle barreras al cáncer.
Concretamente, las coles de Bruselas, el repollo, la coliflor o el nabo aportan una protección extra contra el cáncer. La razón está en su contenido en sulforafano, un componente que fortalece las células que ayudan a combatir los tumores.
Lo sano es comer pocas grasas
Además de los alimentos con sulforafano, los que son ricos en fibra y en vitaminas A,C y E ayudan a proteger el organismo.
Alimentos ricos en fibra y vitaminas ayudan a proteger el organismoLa recomendable ingesta de estos alimentos se recoge en un decálogo elaborado por el doctor Antonio Sierra, coordinador de la Unidad de Mama de la Clínica Ruber.
Potenciar la ingesta de alimentos con pocas grasas y evitar el consumo de grasas animales (carnes rojas, huevos, manteca, embutidos, etc) son otros de los consejos para prevenir el cáncer.
Su decálogo aboga también por evitar la vida sedentaria, practicar una actividad física al aire libre, la lactancia materna y controlar el uso de anticonceptivos hormonales y los tratamientos de reemplazo hormonal.
Evitar el consumo de alcohol es otro de los consejos, ya que los últimos estudios realizados revelan que tomar una media de entre 3 y 6 copas a la semana puede aumentar hasta en un 15% las probabilidades de padecer un tumor, porcentaje de riesgo que se eleva hasta el 51% si el consumo se realiza de forma diaria.
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