- PARA 4 PERSONAS
- 2 paletillas de cordero
- 1 cabeza de ajos
- 1 cebolla pequeña
- 1 vaso de vino blanco seco
- 1 cucharada rasa de pimentón dulce
- 1 lata de guisantes al natural
- 4 alcachofas naturales
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
1. Parte las dos paletillas en trozos. Vierte dos cucharadas de aceite en una cazuela y calienta a fuego suave. Agrega la cebolla picada, la cabeza de ajos y sal. Remueve y mantén la cocción hasta que la cebolla esté blanda.
2. Limpia las alcachofas, córtalas por la mitad y cuécelas en agua con sal. Apaga el fuego y reserva. Cuando la cebolla esté transparente, sazona los trozos de cordero y ponlos en la cazuela. Rehógalos a fuego suave-medio para que vayan soltando la grasa lentamente y se vayan dorando igualmente por todas partes.
3. Cuando la carne esté ligeramente dorada, espolvoréala con el pimentón, vierte el vino blanco y cubre con agua. Rectifica el punto de sal. Tapa la cazuela y cuece hasta que el cordero esté tierno. Saca la cabeza de ajos, aplástala con la maza y échala de nuevo a la cazuela.
4. Escurre las alcachofas del caldo de cocción y distribúyelas por encima del cordero. Echa también los guisantes sin el caldo y mueve la cazuela dos o tres veces. Mantén la cocción durante unos 10 minutos más, para que la salsa se trabe bien. Apaga el fuego y sirve.
( Autor: A. Robledo)
Fuente: Hoy mujer.com
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